Es un artista sonorense nacido en el año de 1965 que reside desde sus primeros años en la ciudad de Guadalajara con cuyo ambiente se ha fundido y de la cual ahora es un importante referente en cuanto a su trabajo artístico. Poseedor de un lenguaje plástico único y actual fuertemente apoyado en ciertos elementos que con mucha cautela recoge y cuidadosamente disecciona para generar diálogos que consiguen sembrar cuestionamientos dentro de la mente de quien los contempla. Entremezclando el clasicismo y la religiosidad de manera magistral construye paisajes poco probables que le otorgan a su trabajo cualidades atemporales de una complejidad escandalosamente fenomenal
El Maestro Oroz, de formación autodidacta ya ha sabido generar un mundo iconográfico que rinde sin lugar a dudas un propio homenaje a diversos maestros de la historia del arte hurgando en sus discursos, técnicas y lenguajes para traerlos de cierto modo a la vida, pero siempre en contextos absolutamente distantes, sin importar si se trata de Rembrandt o de Andy Warhol; consigue abstraerlos a su manera y a su tiempo en un organigrama compuesto por intenciones y propuestas propias que de alguna manera encajan en este mundo posmoderno y occidental que gira en torno a un artista que interpreta la occidentalidad desde su perspectiva latinoamericana y más específicamente mexicana, que no se habrá de explicar si no es partiendo de universalidad.
Su amplia trayectoria y su estandarte subversivo lo han llevado ya a reunir 15 exposiciones individuales y más de 50 colectivas en recintos como el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, el Instituto Cultural Cabañas, la Galería de Hacienda y Crédito Público, el Centro Cultural Chicano en Los Angeles, el Palacio del Arzobispado en la CDMX, el Museo de Arte Assis Chaleau Braind en Brasil, la Galería José Ma. Velasco en la CDMX la Ecole Regionale de Beaux Arts St. Etienne en Francia, el Atelier Wolfenberger en Suiza, el Centro Cultural España en Uruguay y el Museo Rufino Tamayo en la CDMX, estos, por mencionar sólo algunos de los espacios en los que ha presentado sus atmósferas abyectas que atentan directa e intencionalmente contra la idea que se tiene de la “virtud y las buenas costumbres”.
Dentro de su carrera, también puede presumir de diversos premios y reconocimientos a su labor plática como la selección por la Bienal Nacional Rufino Tamayo (2014), la Mención Honorífica en la I Bienal María Izquierdo, la Mención Honorífica en la VII Bienal Monterrey FEMSA, la selección por la II Bienal de Occidente Alfonso Michel y muchas otras; su obra también forma parte de colecciones tanto públicas como privadas entre las que destacan el Museo Alvar Carrillo Gil en la CDMX, El Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, el Museo Internacional del Arte de la Colección Black Coffee Gallery, la Colección del Pueblo de Jalisco y la colección del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara.
Con incomparable virtuosismo y elegancia, interviene el ojo del espectador que silenciosamente se identifica con esta “antimoral” que en la sombra y muchas veces de manera inconsciente lo caracteriza. Dando siempre en el clavo e invitando a quien es testigo de este magistral esperpento pictórico a “portarse mal”, a sacudir sus telarañas morales y a dejarse llevar por sus fetiches y más negras intenciones, el Maestro Enrique Oroz propone en su obra una violenta oda a la libertad y a la rebeldía de la auténtica naturaleza humana.
Entrevista a Enrique Oroz
¿Cuáles han sido las búsquedas más recurrentes en tu trabajo?
La expresión de los sentimientos y las ideas.
¿Qué elementos nutren y detonan los universos que proyectas en tu obra?
Imagenes que se producen en mi mente a partir del exterior.
¿Cómo describirías en este momento la relación que tienes con tu oficio?
Turbulenta, como un mar agitado.
¿Ha cambiado tu percepción del arte y el papel que juega en tu vida? ¿Cómo describirías la evolución de esta percepción a través del tiempo?
Me he vuelto más directo, menos barroco aunque sigo en búsqueda de los infinitos rostros de la expresión y eso me devuelve al principio en ocasiones.
¿Cómo dialoga tu obra con el tiempo?
Como el personaje que se ha ido desinteresando en ciertos temas e interesado más por otros y vuelto
a interesar nuevamente por las mismas cosas que interesaron al principio.
¿Consideras el presente algo importante en tu que-hacer como artista?
Sí, el pasado, el presente y el futuro forman un sólo núcleo, de aquello se compone mi trabajo.
¿Qué aspectos del arte consideras valiosos para los tiempos que vivimos?
Su poder transformador , su papel como asesino de la cotidianeidad, su cualidad de destructor de mentes dormidas y torcidas.
¿Qué rumbo has percibido que ha tomado el discurso de tu obra?
Rumbo desconocido, entre luces y sombras.
¿Cuál es el potencial que ves en el arte, pensando hacia el futuro?
El mismo que ha tenido siempre, en esencia el arte no cambia lo que cambia de acuerdo a la época es su forma y su ejecución; el arte se mueve y veremos formas diferentes de su presentación en el futuro.
¿Qué es lo que más te impulsa a crear?
La saturación es un resorte, hay que depositar el contenido sobre la obra.