El maestro Gabriel Macotela es un artista nacido en Zapopan, Jalisco en 1954. Vive y trabaja en la Ciudad de México desde muy temprana edad. Pintor, escultor, dibujante y muralista, motivado por una gran sensibilidad y un carácter pasional e inquieto, se ha atrevido a incursionar con éxito también en la escenografía, la edición literaria y la música.
Realizó sus estudios en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” en la Ciudad de México, para posteriormente complementarlos en la Antigua Academia de San Carlos, donde fue un alumno destacado del Maestro Gilberto Aceves Navarro, por quien recibió fuertes influencias del movimiento artístico de La Ruptura.
La obra del Maestro Macotela ha sido expuesta en México, Estados Unidos, India, Cuba, Brasil, Alemania y España, así como en importantes recintos culturales como el Centro Cultural de México en Paris, El Museo de Arte Moderno, el Museo Franz Mayer, el Museo de
Arte Carrillo Gil, el Museo Universitario del Chopo, el Museo Nacional de la Estampa, y Consulado de México en Barcelona. En diversas ocasiones se le encomendó la tarea de realizar obras de arte para importantes espacios públicos, por ejemplo: la Mujer Chimenea en la Ciudad de México, que presume de ser la segunda escultura más alta del mundo, la obra titulada Torre, escultura pública situada en su ciudad natal, y un gran mural en mosaico en el exterior del edificio de la Facultad de Ciencias Forenses de la UNAM.
Su labor lo ha llevado a integrarse en importantes colecciones como la del Museo de Arte Carrillo Gil y la Colección Milenio. También lo hizo acreedor a reconocimientos como el Premio del Salón Nacional de Pintura del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1998, el Premio Juguete Arte-Objeto del Museo José Luis Cuevas, una Mención Honorífica en la Primera
Bienal de Cuenca en Ecuador, la Beca para el Fomento de Proyectos y Convenciones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, así como a formar parte del Sistema Nacional de Creadores Artísticos de 1993 a 1996.
Macotela desarrolla un discurso implacable y elocuente que se nutre de la realidad que lo rodea y encuentra fundamento, antes que en la búsqueda de la belleza, en su capacidad de distinguir y dar crédito al esplendor estético de los elementos que nos regala la experiencia humana en sí y que en la mayoría de los casos pasan desapercibidos.
Con su lenguaje plástico, en magníficas composiciones hacinadas de elementos visuales que nos remiten al período barroco, el autor es capaz de diluir la figura en la abstracción con un estilo pictórico caracterizado por la fluidez, el simbolismo, la intuición y el sentimiento a flor de piel. Nos presenta una paleta casi monocromática que da una primera impresión muy elemental, pero que en realidad resulta ser producto de soluciones extremadamente complejas conformadas por una infinidad de escalas de gris y complementadas por otros colores poco estridentes que en conjunto producen efectos visuales diversos, siempre en función de la intención del autor.
Gabriel Macotela, como un espíritu altamente receptivo y sensible, sucumbe ante la fascinación y su innata capacidad para encontrar aquel flanco magnífico y fascinante de los fenómenos sociales, de la experiencia de la vida en la gran ciudad, de la arquitectura, del caos, y de todo aquello que emana de la civilización humana; ante todo esto, particularmente en este caso, la música, independientemente de su presentación o estilo, conforma un elemento clave e imprescindible dentro de la vida y obra del autor. Probablemente el mayor exponente del expresionismo abstracto del país, el Maestro domina un lenguaje patente altamente comprometido con su propio ideal de la belleza.
Entrevista a Gabriel Macotela
¿Cuáles han sido tus últimas búsquedas más recurrentes?
La búsqueda más recurrente en mi pintura es encontrar la belleza a través de mi lenguaje, en mi manera de hacer y decir, me parece que esa es la búsqueda propia de cualquier artista.
¿Qué elementos nutren y detonan los universos que proyectas en tu obra?
Creo que estos elementos son todos los que conforman la vida, absolutamente. De la “urbaneidad”, de la ciudad, de la gente, de la belleza, de la poética, de la existencia, esencialmente de lo que somos y de lo que soy; de todo aquello se construye mi manera personal de entender la vida y de manifestarla.
¿Cómo es, en estos momentos, la relación con tu oficio?
Obviamente bella, porque amo mi trabajo. Me encanta pintar, me encanta hacer mis cosas y siempre he mantenido una relación bella de pasión, de cariño, de emoción.
¿Ha cambiado tu percepción del arte y el papel que juega en tu vida?
Cada quien tiene una manera diferente de “ser artista”, todos tenemos eso como seres humanos. El pintor obviamente se guía por los colores al dibujar, pero todo el mundo lo hace en su vida cotidiana, es la manera natural a través de la cual cada quien se comunica. No ha cambiado, espero que nunca lo haga, porque cuando uno conoce la naturalidad de hacer las cosas, se vuelve un proceso tan orgánico que no cambia.
¿Cómo describirías esta percepción a través del tiempo?
Nunca he creído mucho en el tiempo, para mí es como absurdo. Yo soy muy fanático de las películas de ciencia ficción; el concepto del tiempo en realidad es muy complejo y creo que a los humanos les cuesta mucho trabajo entender el tiempo. Obviamente todos nosotros vivimos en el presente, pero el presente a veces también resulta muy irreal.
¿Cómo dialoga tu obra con el tiempo?
Para mí todas las maneras de comprender el arte, indiferentemente de su cronología, son totalmente reales.
¿Consideras el presente algo importante en tu quehacer como artista?
Yo creo que el arte en general es maravilloso simplemente por el humanismo, obviamente hay lenguajes muy complejos en la plástica dentro de todas sus corrientes, pero yo no creo mucho en esas diferencias entre arte moderno y contemporáneo, por ejemplo.
¿Qué aspectos del arte consideras valiosos para los tiempos que vivimos?
De alguna manera el lenguaje que me interesa modificar con angustia, pero mi discurso siempre se ha basado en decir cosas de la vida de una manera diferente, creo que dentro de la obsesión y la repetición, que son constantes siempre dentro de la obra de cualquier pintor, quiero desarrollar diferentes poéticas que se van dando con el tiempo. Pero la verdad me resulta complicado responder, porque en realidad yo eso no lo sé.
¿Qué rumbo has percibido ha tomado el discurso de tu obra?
Yo creo que siempre ha sido la “pretensión” constante de encontrar la belleza máxima, o tratar de encontrarla y no dejar de creer en ella; no considero que haya otro futuro.
¿Cuál es el potencial que ves en el arte, pensando hacia el futuro?
Me encanta la ciencia ficción, la pintura, escucho mucho rock al igual que música clásica o contemporáena y leo a grandes escritores como lo son García Márquez o Roberto Cortázar. Yo creo que todo aquello lo define a uno como individuo, esa mezcla tan interesante es lo que me hace pensar la vida sin perder la autenticidad de cada uno de los lenguajes.
¿Qué es lo que más te impulsa a crear?
Mi lenguaje plástico se basa en la constante búsqueda de encontrar la naturalidad de decir las cosas por medio de la plástica. Identifico a mi trabajo dentro de la categoría del expresionismo abstracto.
Gabriel macotela es un pintor dedicado al estilo abstracto?